viernes, 21 de diciembre de 2012

La suerte de Ida-Parte 1.

Hace un tiempo atrás en la ciudad de Catterwall,en medio de una terrible tormenta...Ella simplemente apareció un día.
Era pequeña, pálida y estaba temblando de pie sola en una esquina.
Un papel en su cuello decía que su nombre era Ida.
Ida no decía nada en absoluto.
¡Oh! ¡Que asustada se veía! pero que valiente intentaba verse.
Hasta que amablemente la señora Pea se detuvo y pregunto por el paradero de sus padres.Entonces Ida lloro,y lloro.
Bueno,la señora Pea determino en ese mismo momento llevar a Ida a casa con ella.
Había leído acerca de este tipo de cosas en sus compendios de mujeres. Después de todo,era sin duda lo que se debía hacer.
-Es solo hasta que su padres regresen.-Dijo la señora Pea a su esposo.-Bueno,¡yo no podía solo dejarla allí! Algo terrible podía haberle sucedido porque no me detuve,lo que hubiera sido muy mala suerte para nosotros,Henry.Puedo decirte eso.
-Muy bien,querida.-Le dijo el señor Pea a la señora Pea.-Solo hasta que sus padres regresen.
Pero los padres de Ida no regresarían.
A la señora Pea no le importo y,a decir verdad,tampoco al señor Pea.
Ida era tranquila y de buen comportamiento.Ella fue a la cama cuando se le dijo,guardando sus juguetes en orden,e hizo su mejor esfuerzo para ayudar con las tareas del hogar.
A cambio,ella tenia un hogar y una familia.Al parecer,sin miedo en el mundo.
Excepto,tal vez,por el terrier de los vecinos,Petey,que dejo claro que quería morderle los tobillos.
La primera señal de problemas vino una tarde,anunciada por un golpe enojado en la puerta principal.Era la vecina.
-¿¡Donde esta!?-Chillo.-¿Donde esta el pequeño diablo?
Por lo visto,alguien había herido salvajemente al perro de la vecina.
-¡Yo se que fue Ida!Yo se que fue ella porque yo miraba por la ventana el momento en que escuche a Petey. Cuando me asome,¡Ella estaba allí Petey tiene una pierna rota,¿Saben?Y yo espero que ustedes paguen por este cuidado.
Los Peas estaban desconcertados,por supuesto,pero su vecina era conocida por exagerar.
¡Ida estaba demasiado asustada de Petey para causarle ese daño!
Pero el perro se recupero y su vecina nunca molesto a los Peas de nuevo.El incidente fue rápidamente olvidado.
El verdadero problema era mucho mas extraño y solamente era el comienzo.
Por la mañana,en el jardín, había una horda de serpientes negras.
El domingo,en la iglesia,cuando el baptisterio se volvió hacia el aceite...
El gran murciélago encontrado en Catterwall Park...
Y cada vez que algo realmente extraño sucedió,Ida estaba cerca.
Esto hizo entre la gente mas supersticiosa simplemente rumores y chismes.
-Esa niñita huérfana de ustedes es mala suerte.-Dijeron algunos.
Los Peas no podían hacer mas que encogerse de hombros y caminar por su camino.
Pero aun la señora Pea no podía negar que a veces se preguntaba acerca de la silenciosa niñita.
Y entonces...llego la tragedia.
Ida comenzó a vagar por la noche.Ella nunca llego muy lejos antes de que alguien la encontrara,pero siguió intentando.
Una noche,la señora Pea decidió seguirla.Silenciosamente la siguió a distancia.
Ida vago y vago,bajando por la calle...por Catterwall Park...paso el lago Coriander...¡Mas allá del cementerio!Y todo el camino de campo para agricultores donde se detuvo por fin ante un antiguo granero.
Luego ella hizo la cosa mas peculiar:Levantando sus bracitos en el aire, comenzó a cantar...
La señora Pea nunca había oído hablar a Ida.
¿Quien sabia la maldad que había mas allá de esas puertas de granero a esas horas?Mejor volver a casa de una vez.
Cuidadosa de no asustar a Ida,la señora Pea se acerco para tomarla de la mano,y luego...
Cuando un agricultor se levanto temprano para su trabajo en la mañana,se sorprendió de encontrar a una niña rara sentada en la hierba ante su granero.A su lado estaba...Gladys Pea.Ahora ella estaba inmóvil respirando apenas,con el rostro congelado de terror.
La señora Pea estaba viva,pero nunca volvería a hablar.Angustiado por el dolor y tan asustado,el señor Pea envió a Ida a vivir lejos.
Ese día,Ida grito casi tan fuerte como la primera vez que se había encontrado a solas en una esquina...

Continuara  ...